Agótame matando el silencio
pinta tu voz de púrpura
y riégala por mi cuerpo
yo desataré el deseo primigenio
ese fiero grotesco sin miedo
que corría sin sangre anegando desiertos
y bulle ahora escondido en mi oído
esperando ese último resuello
que dé vida a este tiempo tan muerto
dejado en su propio extravío
de camas que no son de nadie
de manos que no bailan
de sustos ajenos y mentiras…
Deja a tu voz subir por mis rodillas
y que baje tras ella licuada la tristeza
y te haga un coro enamorado
o te deje sordo ese gemido
que solo tu mano ha despertado…
se fugará el dolor con el eco
y solo quedarán desechos
tu sexo, mi sexo y nuestro pasado…
Carmen Soriano Lopez
Todos los derechos reservados.