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martes, 17 de mayo de 2011

Toboganes


Estos poros insolentes
que rezuman la esencia que me hace
y que lamo sin remedio porque bien me sabe
quieren hacerse niños
y jugar en toboganes
y tus piernas que lo saben
procuran ese columpio a mi deseo
que baja indiscreto resbalando
desde arriba donde los verbos bellos
solo para dejarme caer
donde ya no es posible el verbo
porque allí falta oxigeno y sobra saliva
y solo encuentra mi boca consuelo
en el atragantado silencio
entonces la feliz pregunta
cómo es posible sentarme tan arriba
después de semejante caída,
estar al mismo tiempo
a los pies del tobogán
y en el cielo…
conoce el paladar la respuesta
pero no quiere decírmela…

Carmen Soriano
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6 comentarios:

  1. El cielo de tu paladar es mi destierro, el digno lugar elegido por destinos insurrectos para ir a libar como digno colibrí, amo y señor de todos sus secretos armisticios...Uva y miel tus palabras escritas...

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  2. De uva y miel que aquí dan lugar a ese vino que se consagra en la misa luego, el moscatel, tomemos para sonreirle a la vida, que sobra vinagre y falta dulce... gracias luz!

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  3. En Jauja perece el hombre
    La entrega a la desaparición lenta
    Entre algodones azucarados y nubes de espuma
    Regueros de salitre de torbellinos en púbicos encrespados
    La noria gira, te sube, me baja, me sube, te baja
    Y lo que fue un tobogán, conviertes en riachuelo
    Y mi boca saciarse quiere…hasta la enajenación…
    Bsts.Niña Carmén,Mil aspavientos.

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  4. Ser niña es la ventaja de poder jugar en los columpios y a conciencia caerse, o subirse, o mecerse y es ventaja aún más amplia, ponerse un traje de poeta y dejar de esta infancia la huella... besos Santiago que aspavientos calmen o aceleren... mil gracias.

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  5. Ya de niña conocia el peligro de bajar en el tobogán a demasiada velocidad, aunque el conocimiento no me privó de dar con mi trasero muchas veces en el suelo. Aprendí a frenar con los pies, sonriendo a la tierra que me esperaba y negándole el placer de mi mal. Demasiada saliva, falta de oxígeno...tal vez sabes lo que te espera abajo y no quieres frenar...somos seres extraños.

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  6. Los somos Mabel, extraños y como dice el refrán también arrieros, y es cierto... en el camino nos encontramos, gracias por venir! besos.

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